Al momento del levantamiento civil, Siria se encontraba bajo "estado de emergencia" desde 1962,
encontrándose suspendidas la gran mayoría de las leyes constitucionales
que protegen a los ciudadanos. Fue entonces que el régimen instaló un estado policial, suprimiendo toda manifestación pública en
discrepancia con el gobierno. Los disturbios civiles durante todos
estos años fueron reprimidos con gran severidad, provocando en ocasiones
decenas de miles de muertes, como en la masacre de Hama.
El gobierno sirio justificó el interminable "estado de emergencia"
señalando el hecho de que Siria se encontraba en estado de guerra con Israel.
Desde 1963,
tras un golpe de estado, Siria
es controlada por el secular Partido Baath.
A pesar de los cambios en el poder, como el golpe
de estado de 1966 y el de 1970,
a través de los cuales el Partido Baath ha continuado manteniéndose
como única autoridad en Siria, por medio del unipartidismo nacionalsocialista.
En este último golpe de estado fue donde se encumbró Hafez al-Assad al frente del poder
como presidente, liderando el país durante 30 años, prohibiendo la
creación de cualquier partido político de oposición y a participar a
cualquier candidato de la oposición en una elección.
En 1982,
en un clima de insurgencia islámica en todo el país que duró seis años,
Hafez al-Assad, llevó a cabo una táctica de "tierra quemada" contra la política de la ciudad de Hama, para
sofocar una revuelta islamista,
incluidos los Hermanos Musulmanes entre otros.Durante estas operaciones de limpieza étnica, decenas de miles de personas, murieron en
la masacre de Hama.
El actual presidente Bashar al-Assad se encuentra en el
poder desde el 17 de julio de 2000
sucediendo a su padre, Hafez al-Assad, quien se mantuvo el
poder durante 30 años, después de haber tomado el poder a través de un
golpe de estado con el apoyo de una parte del partido Baath. Su partido
actualmente domina la vida política siria, incluyendo el parlamento.
El Frente Nacional Progresista es
la única coalición del parlamento, compuesto principalmente por el Partido Baath (134 asientos), y otros nueve
miembros que representan a 35 partidos políticos.
La familia Assad pertenece a la minoritaria secta
alawita,
una rama del Islam, que es de solo un 12.6 por ciento de
la población de Siria
pero tienen mayoría en los altos cargos del ejército, y mantiene "un
férreo control" sobre la población con los servicios de seguridad de
Siria, generando "un profundo resentimiento" entre los musulmanes suníes
que constituyen las tres cuartas partes de la población de ese país.
Las conexiones de la familia están presentes entre la mayor parte de
los políticos más importantes de Siria. Bastantes miembros cercanos de
la familia de Bashar al-Assad han obtenido puestos en el gobierno desde
la ascensión de su padre al poder.
El presidente Bashar al-Assad declaró que su estado era inmune a los
tipos de protestas masivas como las que que tuvieron lugar en Egipto.
Bouthaina Shaaban, un asesor presidencial, culpó a los clérigos suníes y predicadores por incitar a la rebelión a
los seguidores de la secta suní, tal como el sermón incendiario del
jeque Youssef al-Qaradawi de Doha, Qatar, del 25
de marzo de 2011. El gobierno sirio está basado casi exclusivamente en la unidades de los
servicios de seguridad, dominadas por la secta alawita, para luchar
contra la insurrección. Al-Assad está rodeado por sus familiares con una
reputación de crueldad. Su hermano menor Maher al-Assad,
se encuentra al mando de la Cuarta División Blindada, mientras que su
cuñado, Assef Shawkat,
es el jefe del Servicio de
Inteligencia del estado.
Su familia teme que un fracaso frente a los manifestantes podría
envalentonarlos, teniendo como consecuencia una mayor cantidad de
manifestantes en las calles.
Muchos políticos opositores están siendo encarcelados.
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